Esta vez os presentamos «La chica que superó la anorexia» un texto autobiográfico de Nadia López en el que relata su experiencia personal atravesando un trastorno de la conducta alimentaria y queremos compartir el testimonio de su autora.
«La chica que superó la anorexia» es un ejercicio muy valiente de introspección, confesión y concienciación que, sin duda, se tratará de una valiosa herramienta de apoyo y compresión para todo aquel afectado por un TCA.
En Proyecto Princesas defendemos la lectura como un recurso muy potente de identificación, reconocimiento y sensibilización que permite mostrar al mundo la dura realidad de los trastornos alimentarios. Por eso, agradecemos la valiosa iniciativa de Nadia de relatar su vivencia en primera persona.
“Mi abuela era una gran referente en mi vida. Su presencia era luz y alegría para mí. Tras su muerte, todo se volvió negro. Y de repente, apareció Ana (Anorexia) diciéndome que ella me ayudaría y me haría feliz. Yo, desgraciadamente, le creí. Su dura presencia en mi mente y en mi vida me llevo directa a la cama de un hospital.”
Lo que comenzó como un diario de hospital, donde escribía mis sentimientos y progresos, acabó siendo un pequeño libro: “La chica que superó la anorexia” es un libro autobiográfico donde explico qué es la anorexia y cómo la viví yo.
Lo envié a la editorial “Círculo Rojo”, donde enseguida lo aceptaron. Crear un libro, y más uno tan personal como este, es un proceso precioso.
Durante mi progreso en la enfermedad, me di cuenta de que necesitas que te acompañen y te ayuden. Mi madre y mi hermana fueron un gran apoyo para mí, es más, en el libro hay dos capítulos donde les hago algunas preguntas para que expliquen ellas también su visión de esta enfermedad. Sin embargo, mucha gente no comprendía qué era, ni por qué desaparecí un día del instituto y ya no volví nunca más.
A pesar de estar yendo al psicólogo por 3 meses, finalmente, tuve que ingresar en el hospital. Ese ingreso cambió mi vida. Me permitió volver a vivir. Y aunque fue muy duro, doy las gracias por haber estado allí.
De igual manera, retrato cómo fue mi regreso a la realidad tras un mes aislada en el hospital. Ni la hospitalización ni la vuelta son procesos fáciles, sin embargo, si te hace falta es el mejor recurso.
Tuve mucho miedo: es un proceso que te hace enfrentarte a tus peores enemigos. Pero, tras ello, te das cuenta de que vale la pena vivir y disfrutar. Que cada momento malo tiene tres buenos por llegar.
El libro se compone de una introducción y 9 apartados o capítulos:
— ¿Qué es la anorexia?: un capítulo donde explico de manera más científica la enfermedad
— ¿Por qué yo?: retrato un poco cuál fue mi situación antes de la enfermedad y los motivos que llevaron a su desencadenamiento.
— Mi historia: explico con detalles mi historia contra la anorexia, como fue mi proceso y algunos problemas que me llevaron a empeorar.
— Mi estancia ingresada: donde, como el título ya indica, hablo de cómo fue mi hospitalización.
— El mejor verano de mi vida: retrato, mi vuelta a la realidad, mis pequeñas batallas…
— Vuelta: mi vuelta al instituto, a mi vida…
— La anorexia desde mi madre y mi hermana
— Carta de despedida a la anorexia
“La chica que superó la anorexia” está escrito para tratar de ayudar tanto a personas que sufren o han sufrido la enfermedad, como familiares, amigos o personas que quieren ayudar. Es un libro personal, pero que trata de dar visibilidad a cómo es realmente una enfermedad mental. Cuento, pensamientos y retrato, situaciones complicadas. Es un libro real y, por ello, es duro de leer.
Su compra se puede realizar a través de la página del Círculo Rojo, por correo a la dirección lachicaquesuperolaanorexia@gmail.com o por mi Instagram. Por cualquiera de las dos últimas podéis contactar directamente conmigo y estaré encantada de contestar.
Me siento muy agradecida por el recibimiento que ha tenido el libro y por haber podido ayudar a algunas personas que están pasando por lo que yo pasé. Así como, por esta oportunidad que me ha dado Proyecto Princesas.
Para todos aquellos que estéis pasando por esto, ya sea como enfermos o como acompañantes, ¡mucha fuerza y mucho ánimo! Se puede salir de la enfermedad.
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