Rosa María se ha animado a compartir con nosotrxs esta fotografía y su testimonio donde nos muestra que aunque el camino de recuperación de los TCA es largo y difícil, ahora siente fuerzas gracias a sentirse acompañada, aconsejada y, muy importante, no juzgada. Ahora tiene una cosa muy importante; ganas de vivir.
¡Animo Rosa María, te acompañamos en tu camino!
En ocasiones, vivimos tan deprisa que no le damos lugar a escucharnos a nosotros mismos, a lo que nuestro cuerpo o nuestros sentimientos quieran decirnos y … ¡¡¡se hace tan necesario!!!
En mi caso, todo empezó por el encuentro de una persona que consiguió que, todo lo que yo había proyectado para mi futuro, cambiase en segundos radicalmente.
Y cambió muchísimo. Yo era una persona con ganas de hacer cosas, de ayudar a los demás, me gustaban las reuniones en donde hubiese gente donde compartir unas palabras o, simplemente, un café. Y me volví una persona introvertida, antipática y apática.
Han pasado muchos años buscando una solución e intentando buscarme a mi misma, sin éxito, porque me cuesta muchísimo creer en mi.
Desde que ha comenzado este nuevo año, tengo el propósito firme de no seguir haciéndome más daño ni a mi ni a los que me quieren
Pero, desde que ha comenzado este nuevo año, tengo el propósito firme de no seguir haciéndome más daño ni a mi ni a los que me quieren. Todo gracias a haber conocido a un grupo de personas que caminan junto a mi, que me escuchan, me aconsejan y, lo más importante, no me juzgan. Llevo lo que lleva de año haciéndolo muy bien, cosa que, realmente, me asusta un poco. Reconozco que tengo mis momentos en los que daría lo que fuese por controlar mi ansiedad de la manera que tengo tan arraigada, cogiendo la primera bolsa de dulces y engulléndola para, después, poder soltar algo de la manera que sé.
Recurrimos a la comida porque es lo que controlamos, porque nos resulta muy difícil poner palabras a lo que nos está ocurriendo.
La recuperación es un camino difícil, de recaídas, de incomprensión,… pero quiero empezar a caminarlo y sé que no estoy sola.
Quiero empezar a vivir todo lo que me he estado perdiendo en la media vida que llevo metida en este infierno.
Rosa María
Agradecemos a Rosa María su valentía al compartir su testimonio en el que somos testigos de sus ganas de vivir. En su testimonio hay grandes claves para aquellas personas que tienen una persona cercana que padece TCA; apoyar, escuchar y no juzgar. Rosa María sabe que el camino de recuperación de su TCA existe y nos encanta sentirla tan animada. ¡Deseamos que os sirva de inspiración!