Este testimonio es de Silvy nos lo envía desde Argentina. «Proceso Mariposa» nos recuerda la importancia de pedir ayuda, de hablar de nuestra vulnerabilidad, de no esconder por vergüenza lo que nos duele. Parece una obviedad, pero en demasiadas ocasiones no recibimos el apoyo que necesitamos simplemente porque… ¡no nos hemos atrevido a pedirlo!
Gracias Silvy por el coraje de escribir a Proyecto Princesas y ofrecer tu experiencia con un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA). Te deseamos toda la suerte y fuerza del mundo afrontando tu recuperación.
Hola! Esta foto es de un día de mi internación en salud mental, el mes pasado, además de bulimia, tengo trastorno límite de personalidad. Tuve una crisis bastante fuerte y pues termine en el hospital. Te envío una foto mía en un día bueno.
Proceso mariposa
Soy de Entre Ríos Argentina. Decidí hablar de lo que me pasa para visibilizar, porque por muchos años sentí vergüenza y sé que hay muchas personas que también la sienten. Para animarlas a poner en palabras, a pedir ayuda.
Se habla muchas veces de anorexia y de la bulimia haciendo asociaciones erróneas, centrando la atención en el peso o en el aspecto físico y no teniendo en cuenta la parte psicológica. Los TCA son el síntoma de un listado de emociones y sentimientos mal gestionados.
En mi caso, el único recuerdo que tengo de mis 4 años es de un abuso. A los 9 era la nena gorda de la que todos se reían. También se juntó la separación de mis padres, y que a los 15 me enteré de que a quien yo le dije “papá” durante toda mi vida no era mi padre biológico. A los 16 descubrí un método para «dejar de ser gorda».
A los 26 empecé terapia con mi psicólogo Federico M. en Paraná. Fue el quién me dijo, una vez que estaba sentada en su sillón tocando fondo, que necesitaba ayuda de un instituto especializado. Ahí conocí Fundación Centro. Recibí ayuda, mi familia se informó del tema y pudieron entender muchas de las cosas que me pasaban. No seguí el tratamiento por completo, pero tomé verdadera consciencia de mi estado.
Los TCA se parecen a un iceberg. La parte visible del iceberg es el síntoma: lo que se puede observar desde fuera, por el comportamiento. La parte sumergida son las emociones, el trasfondo que hace surgir la enfermedad y aviva las inseguridades.
Hoy estoy intentando volver al proceso de recuperación con ayuda de Ailen, una terapeuta que conocí en la Fundación. Tengo miedo, pero tengo decisión fija, por mí y por mis hijas.
Es importante rodearse de personas que te quieran ver bien, y dejar ir a las personas que te lastiman. Yo he usado mucho a quienes me han hecho daño para seguir haciéndome daño, yo misma, por voluntad propia. Bueno, ¡eso no! Sácalo de tu vida.
Estas cosas no se hablan mucho por vergüenza, pero es importante informarse y hacerlo visible, para que las personas puedan pedir ayuda.
A quien esté atravesando esto le recuerdo algo que ya habrán leído:
«Ir a un psicólogo o psiquiatra está bien, estamos cuidando de nuestra salud mental». Algunas cosas no se solucionan saliendo a bailar, pensando en otra cosa o con fuerza de voluntad.
Proceso Mariposa