“Quiérete con tus luces y tus sombras” es un nuevo testimonio sobre Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA), específicamente sobre Anorexia Nerviosa, que nos llega de parte de Gema García. Más que un testimonio es una inyección de fuerza, optimismo, valentía y positividad. Un empujón para ACEPTARNOS.
Gema explica cómo su TCA estuvo detonado por la mentalidad de dieta, e invita a la aceptación radical como vía de recuperación total, mental y física. Pero esa aceptación, como bien describe, implica ser capaces de tolerar el malestar que necesariamente atravesamos en este tipo de procesos. Enfrentarnos a nuestros miedos, reconocerlos y aprender de ellos.
Gracias Gema por darnos la oportunidad de leer estas palabras, que son de mucha ayuda no solo para una recuperación de TCA, sino para enfrentarnos a cualquier tipo de conflicto vital en general. ¡Estamos seguras de que puedes y podrás!
Quiérete con tus luces y tus sombras
Me encuentro en un proceso de aprendizaje consistente en enamorarme plenamente de mí misma. En el proceso de encontrar la plena salud mental que me lleve a la física… y, entonces, poder ACEPTARME TAL Y COMO SOY.
Me dejó de importar verme con un poco más de curvas que con los huesos marcados. Me dejó de importar si un pantalón me apretaba algo más o menos. Si tenía más celulitis o algo menos… Y créeme que no es fácil. Comprende que a nadie le gusta engordar en esta sociedad. Imagínate intentar aceptar la ganancia de peso teniendo un TCA…
Pero trabajé, y sigo trabajando conmigo misma para ACEPTARME TAL Y COMO SOY.
Al menos lo intento. Y a día de hoy estoy segura en un 99% de que jamás, JAMÁS dejaría de hacer cosas que me hacen feliz solo por tener una buena figura o por estar definida (aún no lo aplico al 100%, porque soy consciente de que el TCA sigue conmigo, y de que a veces gana la batalla…).
Me dejó de importar todo aquello que no es importante, y centré todas mis energías en dedicar tiempo a todo lo que sí. A mí misma. Yo lo primero. Amándome y respetándome en todas mis versiones, esas que me hacen tan mía.
Y entonces ahí dejé de ver un cuerpo, para admirar a la persona que habitaba en él.
ESA PERSONA QUE TANTO TIEMPO LLEVABA ABANDONADA, ESCONDIDA Y VACÍA. Aprendí a cambiar mi mirada crítica y exigente, esa que me hacía sentir insegura y pequeña. Esa que me hacía no disfrutar de la vida e incluso dejar de quererme a mí y a los míos. Decidí cambiarla por una mirada de amor, dulce, compasiva, que me permitía equivocarme y que solo así me daba la posibilidad de aprender. Me di cuenta de que mis errores me hacían grande.
Empecé a felicitarme más y a celebrar conmigo misma mis logros, por muy pequeños que fueran. Descubrí que el amor tenía que nacer en mí, y que no es más que cuidar de una misma, de mi corazón, mi mente y mi alma. El día que me enamoré de mí me permití disfrutar del regalo llamado vida. De sentirme merecedora de todo lo bueno que tenía para mí, de aceptar todo lo que la vida me quería enseñar. Dos lecciones que a veces se tardan en aprender… pero nunca es tarde; siempre es el momento.
Por eso, no tengas miedo de sentirte perdida, de sentir que te has olvidado de ti. No tengas miedo de desconocer a esa persona que te mira en el espejo. Eres lo que eres más lo que puedes llegar a ser. Eres lo que has hecho más todo lo que te queda por hacer.
El día que llegues a esa conexión contigo, amarás tus luces y tus sombras. Tu brillo y tu oscuridad. Y te mostrarás segura al mundo porque nacerá desde tu interior.
Cambiarás la culpa por aprendizaje, los miedos por la valentía, el conformismo, por sueños e ilusiones. Y la exigencia por la permisividad, esa permisividad que HOY ME HACE ESTAR RESPIRANDO, ESCRIBIENDO Y EXISTIENDO. Una permisividad que me HACE ESTAR VIVA. Sí, he vuelto a nacer…
Estoy en el proceso de aprendizaje que consiste en enamorarse de la persona más importante de mi vida: de mí misma. De una Gema con unos kilos de más o de menos. Enamorarme de MI YO MÁS SANO. Porque puedes pesar un poco más y estar SANO, y tener un cuerpazo y no estarlo ni FÍSICA NI MENTALMENTE. Creo que aquí es donde hay que encontrar el equilibrio que te hará disfrutar de este viaje tan bonito llamado VIDA.
Tengo 26 años, Padezco TCA, Anorexia Nerviosa. Diagnosticado de manera oficial por profesionales solo hace 3. Podría decirte casi de manera segura que todo empezó por tener una mentalidad de dieta… y ello me llevó al pozo en el que muchas nos encontramos ahora. Continúo luchando la batalla del TCA, de la Anorexia Nerviosa. Continúo escribiendo capítulos de esta historia que cada vez está más cerca de llegar a su fin.
Pero, a pesar de escribirlos, de ser consciente y de estar en periodo de recuperación, acepto que es “necesario” (desde mi yo en recuperación) tener días en los que piensas que necesitas restringir, compensar, evadirte o distorsionar tu imagen por momentos. No te des por vencida ante estas situaciones: NO HAS RETROCEDIDO. FORMAN PARTE DE LA RECUPERACIÓN.
Acepta qué es lo que fue mal, por qué surgió ese pensamiento negativo, esa ansiedad y… vence la batalla plantando cara a lo que ayer pudo contigo.
Aún estás a tiempo de remontar. ¡Quiérete! No pienses que has echado todo a perder o que has vuelto a caer en el ´´problema´´. PERMÍTETE FALLAR. CONTINÚA. SIGUE. PONLE GANAS Y FUERZAS. Y LUCHA POR QUERER LLEGAR AL CAPÍTULO FINAL LLAMADO “VIDA”. ¡Quiérete con tus luces y tus sombras!
Te animo a que sigas poniendo de tu parte. PODREMOS. YO SÍ CREO EN LA RECUPERACIÓN TOTAL.
¡Quiérete!