Hoy, 17 de mayo, se conmemora el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia (LGTBIfobia), para visibilizar la violencia y discriminación hacia las personas LGTBIQ+ y exigir derechos e igualdad. El 17 de mayo de 1990, la OMS dejó de considerar la homosexualidad como una enfermedad mental. Desde entonces, este día se conmemora internacionalmente para visibilizar la violencia y discriminación hacia las personas LGTBIQ+ y exigir derechos e igualdad. En 2018, la OMS también dejó de clasificar la transexualidad como un trastorno mental.
Por eso hoy queremos hablar y dar visibilidad a cómo influyen en los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). Porque cuando hablamos de LGTBIfobia, solemos pensar en insultos, agresiones físicas o exclusión social. Pero además, hay violencias mucho más silenciosas, que no se gritan en la calle ni se publican en redes, pero que afectan.
Un problema invisibilizado
Los TCA muchas veces son un mecanismo de supervivencia emocional, una forma de recuperar control en un mundo hostil o de castigar un cuerpo que no se siente aceptado.
Y aunque afecta a personas de todas las identidades, las personas LGTBIQ+ tienen un riesgo significativamente mayor de padecer TCA. Esto se debe a varios factores: disforia de género, presión por encajar en ciertos cánones estéticos dentro o fuera del colectivo, bullying, discriminación familiar o social y la constante amenaza del rechazo.
Debido a la falta de concienciación sobre el impacto específico que tienen estos trastornos en la población LGTB+, a menudo la enfermedad es experimentada en silencio o su correlación con la discriminación no es lo suficientemente bien comprendida por los profesionales.
Distintos estudios recientes han confirmado esta realidad:
- Un estudio en Reino Unido reveló que el 20% de los jóvenes LGBT+ ha sufrido un trastorno alimentario, frente al 7% de sus pares heterosexuales y cisgénero. Las cifras fueron especialmente alarmantes entre las chicas bisexuales (24%) y lesbianas (23%) (Just Like Us, 2021).
- El 54% de los jóvenes LGBTQ+ de entre 13 y 24 años afirma haber convivido o sospechar de una relación conflictiva con la comida y su imagen corporal (The Trevor Project, 2022).
- Una revisión sistemática publicada en 2022 encontró que los adolescentes homosexuales y bisexuales tienen entre 2 y 7 veces más probabilidades de desarrollar conductas alimentarias desordenadas que sus compañeros heterosexuales (Calzo et al., 2022).
- En un estudio reciente con 8.976 adolescentes de entre 10 y 13 años, aquellos que experimentaron discriminación por orientación sexual tenían más del doble de probabilidades de preocuparse por el aumento de peso y vincular su autoestima al cuerpo un año después (Eisenberg et al., 2024).
- En el caso de las personas trans y de género no binario, se estima que entre el 20% y el 50% reportan conductas alimentarias desordenadas, y más del 30% presentan síntomas clínicos positivos de TCA. Muchos lo describen como una forma de lidiar con la disforia de género (Witcomb et al., 2023).
- Además, los adolescentes LGBTQ+ que han sufrido acoso basado en prejuicios tienen un 24% más de probabilidades de presentar conductas alimentarias desordenadas que quienes no lo han experimentado (Pflum et al., 2021).
- Y un dato demoledor: los jóvenes LGBTQ+ con un TCA tienen casi 4 veces más riesgo de haber intentado suicidarse en el último año en comparación con quienes no presentan síntomas de TCA (The Trevor Project, 2022).
¿Por qué ocurre esto?
Factores estresantes como la falta de aceptación, el acoso, el rechazo y la violencia física generan niveles más altos de ansiedad y depresión, lo que a su vez puede fomentar el desarrollo de mecanismos de afrontamiento poco saludables o disfuncionales, como las conductas desordenadas con la comida. Esta realidad es especialmente frecuente en la comunidad LGTBIQ+, que enfrenta de forma desproporcionada situaciones de violencia, discriminación, acoso, soledad, presión familiar y exclusión social, incluso en entornos como la escuela o las comunidades religiosas. Todo ello configura lo que se ha denominado ‘estrés de minorías’, un tipo de estrés asociado específicamente a la pertenencia a un grupo social estigmatizado.
El TCA puede ser una forma de intentar lidiar con estos estresores. Se intentan paliar los daños producidos por el estigma a través del control del cuerpo, o se intenta obtener esa validación a través de su modificación. Un ejemplo de ello es el intento, de parte de muchas personas trans, de suavizar sus marcadores de género (forma de las caderas, anchura de la espalda, masa muscular…) a través del ejercicio y la alimentación.
La insatisfacción corporal también juega un rol importante en el desarrollo y mantenimiento de los TCA en las minorías sexuales. Aquellas personas que desean someterse a un tratamiento de reemplazo hormonal tienen menor probabilidad de desarrollar conductas desordenadas con la comida cuando lo reciben. No es que las hormonas sean mágicas para prevenir los TCA, pero reducen significativamente factores de riesgo tales como la insatisfacción corporal, la ansiedad o la baja autoestima.
La importancia de visibilizar y actuar
Los TCA en personas LGTBIQ+ no son una cuestión estética. Son una consecuencia de la discriminación, el rechazo y la violencia emocional. Visibilizar este vínculo es vital para crear prevención real, ofrecer recursos accesibles, construir espacios seguros y, sobre todo, para recordar que toda persona merece respeto, dignidad y cuidado, sea cual sea su identidad, su cuerpo o su forma de amar.
Hablar de LGTBIfobia también es hablar de salud mental. Y de salud física.
Te recomendamos leer los testimonios LGTBIQ+ que son ejemplo de esta problemática.
Si has sentido este tipo de discriminación y/o violencia, queremos decirte: ¡No estas solx!
Referencias LGTBIfobia: Cuando se transforma en TCA
- Just Like Us (2021).
- Calzo, J. P., et al. (2022). Disparities in disordered eating behaviors among sexual minority youth. PubMed.
- Eisenberg, M. E., et al. (2024). Discrimination and body image in early adolescence. Journal of Eating Disorders.
- Witcomb, G. L., et al. (2023). Disordered eating in transgender and gender diverse individuals. PubMed.
- Pflum, S. R., et al. (2021). Bias-based bullying and eating disorder symptoms in LGBTQ+ youth. International Journal of Eating Disorders.
- The Trevor Project (2022). Eating Disorders among LGBTQ Youth.
- LGTBIFOBIA