Testimonio: Verano del 2000

Testimonio sobre cómo el verano del 2000 se dio cuenta de que su amigo había enfermado, acercandonos a la importancia de "estar ahí" y el apoyo que supone.

Compartimos este testimonio que ayuda a comprender cómo viven la enfermedad  las personas cercanas a quienes padecen Trastorno de la Conducta Alimentaria. Helena cuenta como tras el verano del 2000 se dió cuenta de que su mejor amigo había cambiado, algo le sucedía, había enfermado. Su experiencia nos acerca a la importancia de «estar ahí» y el gran apoyo que esto puede suponer para la persona durante su recuperación.

VERANO DEL 2000


Vuelta a clase después de las vacaciones de verano, estaba tan ilusionada por encontrarme con mis compañeros… con uno en especial, mi mejor amigo. Compartimos pupitre desde que empezamos el instituto, éramos 2 en uno, amigos, cómplices… hermanos… compañeros de despacho de director y de castigos también (qué tiempos más bonitos vivimos juntos).

Con el ansia de llegar a clase ni me fijé en los demás, busqué a mi amigo pero no estaba… me dijo que me esperaría puntual en la puerta para entrar juntos… ¿Dónde estás amigo? Pensaba dando vueltas, nerviosa por encontrarle. Entonces no había móviles con lo que solo me quedaba esperar.

Volví a pasar por la entrada y solo había un chico que debía de ser nuevo en el insti, no paraba de mirarme pero yo no le di importancia, hasta que su fijamiento me hizo sentir incómoda:

–  Perdona, ¿qué estás mirando?, le espeté

–  A ti, amiga. Me dijo

–  ¿Amiga?, mira, yo no te conozco de nada y voy con prisas.

–  Amiga, soy yo… llevo observándote desde que has llegado, ¿no me has conocido? No he cambiado tanto…

Madre mía… ¿era él realmente? Me quedé helada, intenté disimular pero ya había metido la pata. Le abracé, llorando, notando cada una de sus costillas, sus clavículas, y su olor y calor… era él, sí pero ¿qué había pasado?

Me contó que ese verano se había dedicado a cuidarse, a alimentarse “bien” (a no hacerlo más bien) a pasear en bici (a darse verdaderas palizas mejor dicho), a hacer abdominales en casa (envuelto en plásticos por las noches después de estar todo el día escondiendo comida). Y así adelgazó 25 kilos en 2 meses, en los meses de verano…

Comenzamos el curso, juntos como siempre (inseparables), pero separados…


Separados por su enfermedad, la que hablaba por él, la que hizo que su carácter pasara de la dulzura al agrio más duro. Yo fui su saco de golpes, junto con su madre, sufrí sus malos modales, su frustración, su malestar emocional, su enfermedad cayó sobre mí. Pero no me moví de su lado, entendí lo que estaba pasando, y no le abandoné, lloré en silencio, busqué info para ayudarle, me uní a su madre… no sabíamos cómo hacerlo, pero lo hicimos, hicimos lo que pudimos, hasta que tuvo que ser ingresado a vida o muerte.

Fueron años duros de recuperación, de la anorexia pasó a la bulimia y gracias a un maravilloso equipo de psiquiatría, salió adelante. Perdió a mucha gente por el camino, gente que le criticaba, que decía que se inventaba una enfermedad porque los “chicos no tienen anorexia”. En esos tiempos esa creencia corría como la pólvora… gracias que ahora tenemos mas información aunque no todos los medios necesarios.

Pero en esa lucha nunca me perdió a mí, me mantuve a su lado y aprendí muchísimo, entre otras cosas que el apoyo de la gente de alrededor de la persona que pasa por esto es imprescindible. Yo era muy jovencita y me tocó muy profundo. Y ahora intento ayudar todo lo que puedo en esta ayuda a los pacientes TCA pero sobre todo a la lucha por conseguir que la sanidad pública capacite espacios en los hospitales con especialistas realmente competentes en esta materia y que no se cometan aberraciones como se están cometiendo por parte de algún “profesional”.

Y qué deciros de mi amigo, que seguimos siendo amigos, compañeros, cómplices, hermanos y compañeros de camino, que ha formado una preciosa familia y que ha logrado vencer a la enfermedad.


Ejemplo claro de qué se pude, claro que se puede.






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    1 comentario

    1. Angy

      Me alegro de que haya personas buenas como tu y que el te tuviera!! Nuestros seres queridos lo pasan muy mal tambien durante el proceso, muchas gracias por tu testimonioo!!

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