Los testimonios sobre Trastornos de la Conducta Alimentaria que compartimos nos ayudan a conocer la realidad sobre estas enfermedades. Pero muchas veces también nos ayudan a a mostrar que la recuperación es posible. Este testimonio aporta un mensaje muy importante para todas aquellas personas que estáis sufriendo debido al TCA. Sabemos que este testimonio os motivará ya que trae un mensaje muy esperanzador. Andrea Peñas os habla directamente para mostraros que algo que parece imposible cuando sufres TCA puede suceder; Volver a amarte.
¡Volveréis a amaros!
Aquí os habla una superviviente de TCA pero sobre todo amante y estudiante de Nutrición Humana y Dietética, trotamundos, inquieta, curiosa, independiente, extrovertida… ¡Vamos todo un mix de energía e ilusión!
Tras 3 ingresos hospitalarios de tres meses cada uno, varios domiciliarios y mucha mucha terapia (alrededor de 7 años). ¡He dejado atrás el TCA 100% a pesar de ser “crónico” como muchos dicen! Y creerme, de esto se sale totalmente, los pensamientos obsesivos-restrictivos quedan más que atrás y el amor propio florece en una misma de nuevo.
¿Sabéis ese momento en el que llegas al punto más alto de una cuesta y después ya todo es cuesta abajo?
Fue un agujero negro no, muy negro, sin fondo y a pesar de intentar escuchar a los que te quieren, te rodean y te ayudan tanto profesional como médicamente, eres tú quien dice ya, ya salgo y nada me va a atar a hacerlo. Sinceramente no puedo señalar qué me hizo decir ya, porque muchas veces lo dije pero nunca llegaba. Fue de repente de la noche a la mañana que mi mente hizo click. ¿Sabéis ese momento en el que llegas al punto más alto de una cuesta y después ya todo es cuesta abajo?
Pues así fue, todo lo demás vino cuesta abajo pero ¡en el buen sentido! Quiero decir que todo empezó a desvanecerse, empecé a redescubrirme, recuperar el gusto por comer, centrarme en lo que sentía, lo que me pedía mi cuerpo… ¡Escucharle y no dejarme guiar por ese monstruito que había estado habitándome durante 7 años!
A pesar de padecer ahora consecuencias a nivel digestivos; tanta restricción, llevar el cuerpo a límites inimaginables y forzarlo, forzarlo mucho… Ha explotado de este modo, pero ahora toca centrarme en él, en mí misma, y ya recuperarme de algo que no depende de mí.
Pero como esa es otra historia…
Centrémonos en ese laberinto que te vuelve loco, en la doble discusión de quiero salir pero la enfermedad me retiene. Confiad en lo que os digo, llega el día en el que maduras, tu verdadera yo regresa a ti, te escuchas, te ves guapa, te gusta arreglarte, adoras ir de compras, valoras el descanso, tumbarte y decir ¡qué cansada estoy y voy a hibernar todo el día! En definitiva, te vuelves a amar, y sí, puede soñar egocéntrico, pero te enamoras de ti misma.
¡Volveréis a amaros!
Andrea Peñas Castro, luchadora, superviviente y alma despierta.
