Testimonio bulimia nerviosa: ¿Habrá un final?

Testimonio acerca de la Bulimia nerviosa que muestra qué le llevo a enfermar y como su sufrimiento le hace preguntarse cada día si habrá un final...

Cada testimonio que compartimos nos enseña las realidades de quienes sufren Trastornos de la Conducta Alimentaria. En este nuevo testimonio Andrea comparte su historia al padecer bulimia nerviosa mostrando qué causas le llevaron a comenzar y cómo vive desde entonces. Se pregunta cada día si habrá un final de la enfermedad.

Deseamos enviar un mensaje esperanzador a Andrea y a todas aquellas personas que os preguntáis si habrá un final de la enfermedad. La lucha no es fácil ni sencilla, pero la recuperación total de los TCA existe. ¡No dejéis de luchar por ello!

Testimonio acerca de la Bulimia nerviosa que muestra qué le llevo a enfermar y como su sufrimiento le hace preguntarse cada día si habrá un final...
Me gustaría poner esta foto porque representa la enfermedad. Estamos unidas a ella pero como muchos de esos candados que muchas parejas ponen, llega un día que dejan de estar juntas y solo queda ese recuerdo.

 

¿Habrá un final?

Hola, me llamo Andrea y tengo 23 años. Desde hace 11 años me levanto y me acuesto con la misma pregunta… ¿Llegará algún día el final de esta pesadilla? ¿Habrá un final?

No siempre ha sido así, pero estos últimos 4 años, esto es una tortura. La tortura siempre aumenta cuando has cogido peso. Por lo que me he analizado estos últimos años, creo que cuando tengo un problema, en cuál tengo incertidumbre porque no sé qué va a pasar, me crea ansiedad. Me da por comer de los nervios. Se me abre el apetito hasta el punto que cuando ese problema ya no está, mi estómago está ya abierto y no tengo fin. Entonces cojo peso, y empiezan los remordimientos y la tortura.
 

Todos los días son iguales, te levantas, y el primer pensamiento que se te viene a la cabeza es… Por favor que no me dé mucha ansiedad por comer hoy.


Según va pasando el día y ves que no vas teniendo a penas hambre te sientes realmente bien; pero si te has levantado y has empezado ya a comer… el día ya no puede ir peor. El resto del día te la tiras pensando en lo que has comido, en lo que puedes comer, y en lo que es mejor que no se te pase por la cabeza comer.


El día que no tienes ansiedad es como que te sientes rara. Como que algo ha faltado en tu día.  Para mí ya es costumbre vivir día a día pensando en que voy a comer y que no quiero comer.


La pena es que cuando me he querido dar cuenta, han pasado ya 11 años desde que empezó como todo el mundo dice… «la tontería». Para evitar este tipo de comentarios, decidí no hablar con nadie cercano a mí acerca de esto, porque aunque quieran, nunca me van a entender. Es tan fácil decir, pues no comas tanto, o si te ves gorda vete a correr…. Creo que si eso funcionase, de todas las veces que me he ido a correr o he intentado no comer tanto, no estaría ni aquí.

A día de hoy no estoy en tratamiento. Empecé a ir al hospital y a tomarme pastillas. Todo iba bien porque no tenía esa ansiedad por comer, entonces no engordaba. Pero yo sabía que iba a volver a estar mal en el momento que engordase. Dejé las pastillas y parece que la cosa seguía igual.

Antes de esta pandemia me dieron el alta en el hospital. 1-Yo veía que no avanzaba; había empezado a tener ansiedad por comer, había cogido peso y estaba empezando a meterme en un bucle. Se lo decía a los médicos pero nadie me ayudaba o me decía que tenía que hacer para parar. 2- Era por las mañanas y no podía estar faltando a mi trabajo para ir a un sitio que no me ayuda a avanzar.

No hay día que no me arrepienta del maldito día que empecé a vomitar, todavía me acuerdo exactamente de lo primero que vomité. Un mini magnum de chocolate blanco.


Yo siempre he sido de comer, y de constitución ancha, pero cuando vas acercándote a una edad, los niños hacen comparaciones, y aunque no lo hacen con mala fé, no sabes cómo puede afectar a otra persona.

Empezaron comentarios tipo «tienes unas piernas que pueden alimentar a toda África» o «vete con tus primas las vacas», es que mira «MANOLITA» que cuerpazo tiene, qué delgada está… «es que cómo no quieres pesar 50kg con 12 años, si mira lo que comes…». Entonces ese día comiéndome ese maldito helado me mire al espejo y me dije; deja de quejarte tanto y haz algo al respecto. Y en vez de pensar en irme a correr o darme un cabezazo, decidí vomitarlo.

Y desde ese día no sé lo que es levantarme sin pensar en algo relacionado con la comida, con engordar o adelgazar. Lo más triste de todo, es que cuando mejor me he visto físicamente, era cuando más enferma estaba. Y eso realmente es lo que me asusta. Porque yo quiero cambiar ese pensamiento, porque quiero que llegue un día que pueda comer tranquila, que no piense si engordo o adelgazo, y veo que cada vez está más lejos ese día.


Con este testimonio no sé si voy a ayudar a alguien, y si ayudo me sentiré super agradecida. Lo único que sí sé es que me ayudo a mí misma a desahogarme, porque a veces una está perdida. No sabe si hablar no hablar, si la van a entender o no. Si la van a juzgar. Y seguramente que como yo se sientan muchas más personas. 

Ójala, los profesionales que os dedicáis a esta rama de los TCA, algún día sepáis cómo dar con el CLICK en nuestra cabeza para que acabemos con esta tortura. Porque a veces lo único en lo que pensamos, o por lo menos yo, ya no es en que se acabe o no esto, si no en DESCANSAR la mente.


¿Te has recuperado de TCA o estás en recuperación?
¡Deja tu comentario y anima a otras personas que luchan cada día por su recuperación!
💞


8 comentarios

  1. Paz

    Me he sentido tan identificada, y me he dado cuenta q me queda mucho por lo que luchar…

  2. Irene

    Quiero pensar que se puede! Llevo años luchando con la enfermedad, aún sigo, pero no pierdo la esperanza

  3. Luz

    Andrea, gracias por compartir❤️que valiente eres dejame decirte que siempre viene un mejor mañana, no perdamos la esperanza de lograr este cambio. Dios te acompañae hoy mañana y siempre. Becitos de Luz para tu corazón❤️

  4. Ayle

    La verdad es que nunca me hice una prueba de tca o nose si lo tengo, he vomitado por primera vez a los 17/18 años. y lo hacía cada vez que me sentía muy llena o que no debía comer eso, lo deje por un momento largo y he comido de todo en porciones justas. estaba feliz conmigo misma, ahora me agarró una crisis, que se que aunque estoy bien en forma no tan forma jaja me siento mal conmigo siento que debo hacer dietas porque estoy «rellenita». me sentí tan identificada con tu testimonio que siento y creo que tengo un TCA pero tal vez no lo quiero reconocer o tampoco quiero pedir ayuda a algún familiar por miedo.

  5. Nubia

    Gracias Andrea por ser valiente y compartirlo, yo aun no me atrevo a hacerlo, y al igual que tú, hay días que me pregunto me lo mismo, esto alguna vez terminará?, otros días son mejores, de mejor ánimo , quizá de mas trabajo que no me dejan pensar en mi TCA eso ayuda, o enmascara lo malo. Lo que me da ánimos es ver cada vez mas webs como esta y saber de personas que se si bien no tienen las repuestas lo intentan , lo hablan y se hacen notar, me hacen ver que no estoy loca que no estoy sola y que hay muchas personas en las mismas, y que quizá alguna pueda darme la respuesta o ser mi apoyo.

  6. Alejandra

    Te mando un abrazo fuertisimo♡ y también todo el éxito del mundo, eres muy valiente y recuerda que un número o el TCA nunca va a definirte porque eres MASSSS que eso, eres grandiosa. Me está pesando montones salir de lo mismo que tú, pero claro que hay salida y al estar buscándola ya estas cada vez más cerca, te mando un abrazo…

  7. Paula

    Tengo 55 y comencé a los 15 estuve 1000les de veces en tratamientos ….. No deje de vomitar un solo día en mi vida…..y realmente muchas veces no quiero vivir así

  8. Proyecto Princesas

    Hola Paula!
    Lamentamos leer lo que nos cuentas, pero actualmente hay diversos tratamientos que están funcionando.
    Es dar con una terapia que esta vez te funcioné, porque tienes lo más importante; no querer seguir viviendo así!
    Te animamos a buscar ayuda y no dejar de luchar por la recuperación total!
    Un abrazo 💜​

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