¿Conoces la alimentación intuitiva? ¿Estas en proceso de incorporar la alimentación intuitiva en tu proceso de recuperación del Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA)? ¿Ya la has incluido, pero en muchos momentos te encuentras sintiendo miedo?
Cuando se esta en proceso de la alimentación intuitiva pueden aparecer miedos relacionados con el hambre y la saciedad, eso puede deberse a que esta herramienta de recuperación ha sido cooptada por la voz del TCA y estás a merced de una nueva dieta “disfrazada”.
La buena noticia es que… no estás solx! Esto es algo que lamentablemente ocurre con frecuencia. Por eso en este post se encarga de Paola Sabogal brindar algunas herramientas para caminar realmente hacia la recuperación total que te ofrece la práctica de la alimentación intuitiva.
La alimentación intuitiva no es la “dieta del hambre y la saciedad”
La alimentación intuitiva es un proceso que frontalmente se opone a la noción de dieta; pérdida de peso y modificación corporal que fundamenta a la cultura de dieta. Pese a ello, hay quienes la promueven como una herramienta de adelgazamiento que busca limitar cualquier consumo que esté por fuera de los muy estrechos márgenes del hambre intensa y la saciedad apenas satisfactoria.
Debido a esto, muchas personas lidian con la dificultad de convertir la alimentación intuitiva en una dieta cuando esta se usa en el camino de recuperación de un TCA.
Si durante tu proceso de alimentación intuitiva sientes miedo de comer en cualquier momento en que no tienes hambre o te aterra consumir algo más allá de tu saciedad, tal vez esta herramienta de recuperación ha sido cooptada por la voz del TCA y estás a merced de una nueva dieta “disfrazada”.
La buena noticia es que… no estás solx! Esto es algo que lamentablemente ocurre con frecuencia. Por eso en este post te brindaremos algunas herramientas para caminar realmente hacia la recuperación total que te ofrece la práctica de la alimentación intuitiva.
Primero, recordemos rápidamente, ¿qué es alimentación intuitiva?
La alimentación intuitiva es un modelo desarrollado por las nutricionistas Evelyn Tribole y Elyse Resch. Este modelo propone promover la reconexión con nuestro cuerpo para hacernos más conscientes de sus señales. Algo diametralmente contrario a la voz de la cultura de dieta que busca silenciar nuestro cuerpo para ignorar sus necesidades más fundamentales.
Entre estas señales corporales de las que la alimentación intuitiva busca hacernos más conscientes se encuentran, efectivamente, el hambre y la saciedad. Pero estas no son las únicas ni las más importantes, pues también se plantea; una reconexión con el placer en torno a los alimentos, la adecuación cultural de la comida, la satisfacción emocional, entre otras.
En efecto, nuestro cuerpo no es sólo un “contenedor” que nos indica cuándo necesita más combustible y cuando ya está lleno. Sino que es el escenario a través del cual experimentamos el mundo y está repleto de recuerdos, estímulos, preferencias y memorias.
De hecho, la reconexión con nuestro cuerpo tiene implicaciones tan potentes para la relación con nosotrxs mismxs, que nos permite tener mayor capacidad de percibir emociones y atender a nuestras necesidades.
En mi experiencia acompañando a personas a través de la alimentación intuitiva, he presenciado cómo el reconectar con su cuerpo puede llevarlas a desarrollar una mayor autenticidad y soberanía corporal. Al punto de que las personas pueden llegar a reevaluar patrones de relaciones problemáticas, poner límites necesarios con quienes aman o, incluso, cambiar de trabajo.
Dada esta integralidad de dimensiones de reconexión con el cuerpo que abarca la alimentación intuitiva, es un proceso que integra 10 principios. De los cuáles, solamente dos están destinados a ser conscientes del hambre y la saciedad. De hecho, dada la dificultad que se experimenta en medio de un trastorno alimentario para escuchar de forma confiable las señales de hambre y saciedad, estos son principios que se dejan para ser trabajados en fases más avanzadas del proceso.
Para profundizar en cuáles son los 10 principios de la alimentación intuitiva y cómo deben adaptarse al proceso de recuperación según la etapa en que te encuentras, puedes leer esta entrada; https://proyectoprincesas.com/alimentacion-intuitiva-en-la-recuperacion-del-tca/
Lo fundamental aquí es que reducir la alimentación intuitiva a la escucha exclusiva de las señales de hambre y saciedad, es errado y resulta de un desconocimiento del proceso.
¿Cuáles son las dificultades más comunes para aplicar la alimentación intuitiva en la recuperación?
En base a la desinformación que circula, se ha vuelto común en mis acompañamientos encontrarme con personas que creen haber adoptado el proceso de alimentación intuitiva como un apoyo para su recuperación. Cuando lamentablemente, este ha sido cooptado por la voz del TCA para alentar una nueva forma de dieta que les lleva a tener miedo de cualquier consumo que no se alinee a una clara señal de hambre o que sobrepase el límite de la saciedad.
Esto, por supuesto, lejos de promover una relación sana y tranquila con la comida, se convierte en una forma de reforzar los comportamientos de riesgo. Que permanecen más invisibles bajo la idea de que, al estar enmarcados en la alimentación intuitiva, fomentan la recuperación.
Y es que, pese a que escuchar nuestro cuerpo es una capacidad innata que traemos muy desarrollada al nacer, hemos recibido tantos mensajes a lo largo de nuestra vida que nos invitan a desconfiar de nuestra percepción; p. ej: “si comieras lo que quieres serían solo papas fritas y helado”, “no tienes autocontrol”, “necesitas estar a dieta”. Que nos resulta confuso y complicado conectar con las señales más fundamentales. Es por esto que, la voz del TCA buscará ajustar nuevas reglas al proceso y convertirlo en una estructura rígida para evitar que caminemos hacia una recuperación total.
Si quieres saber más sobre la recuperación total, puedes leer esta entrada: https://proyectoprincesas.com/camino-recuperacion-total-tca/
A continuación, resumo los problemas más comunes que pueden experimentarse en el camino de practicar la alimentación intuitiva:
- Debido al bombardeo constante de información por parte de la cultura de dieta que fomenta el miedo a comer y la noción de que la única razón válida por la cual debemos hacerlo es hambre física, algunas personas se concentran únicamente en las señales de hambre/saciedad, lo que lleva a convertirlas en nuevas reglas que no se pueden romper. Esto se distancia de la alimentación intuitiva pues los seres humanos somos emocionales, simbólicos y otorgamos múltiples significados a la comida que la convierten también en un lugar de conexión, disfrute, socialización, tradiciones, entre otros. Al centrarnos sólo en el hambre/saciedad, desconocemos todas nuestras dimensiones humanas y volvemos la comida un simple “combustible”.
Además, el convertir el hambre/saciedad en una regla lleva a que experimentemos culpa o vergüenza si comemos cuando no tenemos hambre o no dejamos de comer cuando estamos “satisfechxs”. Las reglas incumplidas tienden a conducir a una mentalidad de todo o nada, con pensamientos que incluyen: “Ya arruiné la dieta, debería comer todos los dulces de la casa”.
- Algunas personas establecen la regla de comer conscientemente en cada comida. Esto se debe a la idea, muy instaurada en la cultura de dieta, de que debemos vigilar cada bocado que nos metemos a la boca para evitar “excedernos”. A partir de ello, surgen reglas que imponen que no haya absolutamente ninguna distracción (p. ej: celular, televisión, conversaciones con la gente). Si bien puede fomentar bienestar el estar conectado con los sentidos y el placer de lo que consumimos, cumplir estrictamente con esta regla puede conducir al aislamiento, a la pérdida de oportunidades de conexión y a la soledad.
¿Quién no disfruta una noche de películas con pizza y palomitas de maíz en familia?
- En algunos casos, las personas pueden negarse rotundamente a comer si no tienen hambre, lo que puede llevar a cancelar planes para cenar con amigos o perderse el pastel de cumpleaños con la familia. Pese a que comer cuando tenemos hambre es una señal muy importante de nuestro cuerpo que nos impulsa a aportar los nutrientes suficientes para su funcionamiento, los seres humanos comemos, en variadas ocasiones, por señales diferentes al hambre física. A manera de ejemplo, considera el postre, que usualmente es algo que compartimos después de una comida y, por tanto, no necesariamente responde a una señal de hambre.
- Un escenario que también encuentro con gran frecuencia en las sesiones de acompañamiento es saltar una merienda o una comida o atrasarla mucho porque en el momento en que se sirvió en casa (y todos se sentaron a la mesa) no tenías hambre. Pero, ¿qué pasa si no tienes otra oportunidad de comer durante varias horas? O, aún si puedes hacerlo, estarás solx sentadx en la mesa y te habrás perdido de una gran oportunidad para compartir con los que amas? Si bien la alimentación intuitiva nos motiva a comer de acuerdo a nuestras señales corporales, planificar también cabe dentro del proceso. Piensa, por ejemplo en que llega la hora del almuerzo y no tienes mucha hambre, sin embargo, en 1 hora entrarás a varias reuniones del trabajo y no podrás comer nada hasta la cena. Honrar la escucha de tu cuerpo puede parecerse más a comer porque sabes que no podrás hacerlo en largo rato, en lugar de mantener la rigidez de esperar al hambre para llegar con muy baja energía a la cena (y, probablemente, pases toda la tarde pensando en comida, con dificultades para concentrarte y, tal vez, dolor de cabeza).
¿Qué recomendaciones pueden ser útiles para NO convertir la alimentación intuitiva en la “dieta del hambre y la saciedad”?
- Recuerda que las señales de hambre y saciedad son sólo una pequeña porción de todo lo que engloba la alimentación intuitiva. Los otros principios también son centrales para una recuperación total.
- Durante la recuperación habrán muchos momentos en que tendrás que comer aun cuando no puedas percibir señales claras de hambre. Es parte del proceso que ayuda a repararlas después de períodos de restricción/compulsión alimentaria.
- Ten presente que no puedes fallar en la alimentación intuitiva pues es un enfoque centrado en compasión. Salir de la cultura de dieta que nos bombardea cada segundo requiere tiempo, valor y curiosidad para (re)aprender cómo funciona nuestro cuerpo. Cada vez que sientas que “lo hiciste mal”, puedes resignificarlo como una oportunidad que te permitió aprender algo nuevo sobre tu cuerpo.
¡Comer cuando no tienes hambre está bien!
- Es parte natural de la forma en que nos relacionamos con la comida. De hecho, si sólo comes helado cuando tienes hambre, es probable que comas mucho para saciarte, lo que podría provocar malestar físico.
- Permítete comer cuando no tengas hambre y hasta que estés llenx. Esto es una parte normal del sano relacionamiento con la comida pues sucede en ocasiones. Tener miedo a la llenura puede limitarte a establecer una relación flexible y tranquila con la comida.
- Aprende a prepararte para el hambre. En algunas ocasiones, por limitaciones en nuestra rutina, puede ser difícil comer justo en el momento en que tenemos hambre. Parte de honrar a nuestro cuerpo es darle sustento de forma anticipada cuando sabemos que no tendremos opción de hacerlo después.
- Recuerda que tus señales de hambre pueden cambiar. Habrá días en los que no tendrás apetito porque estás enfermx y aun así necesitas comer. Si no puedes confiar en tus señales de hambre o tienes un trastorno alimentario, entonces definitivamente necesitas comer, incluso si no sientes hambre.
- Practica la autocompasión y conoce tu valor más allá de tus patrones alimentarios. La cultura de dieta se ha encargado de hacernos creer que hay formas correctas para comer y cuando no seguimos sus reglas somos un fracaso. Nada de esto es verdad, hay mucho valor en quienes somos y reconectar con nuestro cuerpo y honrarlo es una gran ayuda para descubrirlo!
- Busca ayuda y apoyo de amigos, familiares y profesionales especializados en trastornos alimentarios, enfoque peso-inclusivo y alimentación intuitiva. No estás solx y mereces lograr una recuperación total!
Bibliografía de apoyo:
- https://www.victoriamyers.net/blog/intuitive-eating-hunger-fullness-diet
- https://www.chhs.colostate.edu/krnc/monthly-blog/what-is-intuitive-eating-and-what-its-not/