Sabemos que para quienes estáis en recuperación activa del Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA) siempre es una motivación plantear retos sanos que os ayuden a ir avanzando hacia la libertad. Es por eso que desde Proyecto Princesas y @quisesercomoanaymia volvemos a proponer retos con la intención de ayudar en la lucha contra el TCA para convertirse en princesas de verdad, para disfrutar de la vida y ser felices.
¿Intentas evitar pedir ayuda? ¿Te cuesta asumir que padeces TCA? ¿Evitas asumir que lo que te esta pasando es una enfermedad? Esta vez te proponemos algo que sabemos que no es sencillo, pero que te hará ver las cosas de un modo distinto; sincérate contigo mismx.
Sincérate
Queremos hacer una propuesta pero somos conscientes que no es sencilla, porque al TCA la sinceridad no le gusta mucho, pero para vencerle es importante hacer eso que le molesta. ¡Sincérate!
Sabemos que si sincerarse con los demás es difícil, hacerlo con unx mismx, lo es mucho más.
Aceptar la enfermedad, ser consciente de que el TCA no es tu amigo, que es algo que te está matando, aceptar que necesitas ayuda… Es doloroso, y cuesta mucho.
Sabemos muy bien y somos conscientes de todo lo que supone llegar a ese punto en el que te sinceras contigo.
Pero también sabemos que es muy importante hacerlo para avanzar en la recuperación y poder llegar un día y decir que estás recuperadx al 100% del TCA.
Leire nos cuenta su experiencia:
«Yo, al principio, negaba la enfermedad. No la veía como tal. No pensaba que el TCA(ni siquiera le ponía este nombre), me estaba matando. Al cabo de un tiempo, a los ojos de los demás, podía parecer que quizás sí que lo había aceptado, ya que empezaba a hacer pequeñas cosas “por recuperarme”. Mentira, era solo para acallar a la gente, para que me dejaran un poco en paz. En el fondo, yo seguía haciendo caso a las voces de la enfermedad, creyéndome sana y feliz.
No fue hasta el día en el que por X circunstancia toqué fondo y una jarra de agua fría cayó encima mío. Entonces no tuve más remedio que sincerarme conmigo misma y aceptar que el TCA era real, que necesitaba ayuda, que no podía seguir así ya que estaba hundiéndome cada vez más y más en un pozo de oscuridad del que me iba a resultar tremendamente difícil salir si no hacía algo ya. No sabéis cuánto lloré en aquel momento. Cuánto dolor salió de mi ser. Cuánta rabia, cuánta impotencia… Pero también me hice más fuerte. Una nueva Leire renació entonces, dispuesta a luchar, a darlo todo por volver a vivir, por volver a ver la luz.
Y sí, sincerarme conmigo misma fue una de las cosas más difíciles de la enfermedad, pero una vez hecho, supe que sería capaz de recuperarme. Y hoy estoy aquí, 100% recuperada, animándote a que tú también des ese paso, te atrevas a tener una charla interna contigo mismx, que empieces tu verdadero camino hacia la recuperación».
Leire es un ejemplo de que se puede avanzar hasta la recuperación total de los TCA, pero también muestra la importancia de sincerarse con unx mismx.
¿Te atreves a dar el paso? ¡Sincérate!
Será un paso a recuperar tu vida.
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