Hemos querido comenzar el año resolviendo algunas de las consultas sobre Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) que nos habéis hecho llegar. Sois muchas las personas que nos habéis escrito compartiendo con nosotrxs vuestras cuestiones e inquietudes acerca de los TCA. Robin Rica se encargará de resolver vuestras dudas poco a poco.
Comenzamos con una de las cuestiones que más hemos recibido y qué tienen relación con la recuperación de los TCA:
¿Puede alguien curarse 100% de un TCA o siempre quedan secuelas?, ¿Alguna vez se llega a estar totalmente curada?, ¿Se puede salir de todo este infierno?, ¿Cómo se puede saber que alguien está recuperado de un TCA? ¿O no se puede?
Esta es una pregunta altamente recurrente y para cuya respuesta es importante hablar de qué entendemos por una recuperación. ¿Una persona que recupera peso o que deja de tener atracones y de provocarse el vómito se ha recuperado? ¿Una persona que se permite volver a probar alimentos que antes se prohibía o ponerse ropa que no se atrevía a lucir está recuperada? Desde luego que sería difícil hablar de recuperación sin conseguir esto, pero los TCA son una enfermedad compleja con un trasfondo emocional y vivencial importante que la persona ha de poder integrar de manera más adaptativa.
Si hablamos de secuelas físicas, dependiendo de la virulencia de los síntomas, podemos encontrarnos desde problemas dentales, óseos o gastrointestinales. Aun así, la mayoría de estos remiten significativamente o desaparecen con el cese de los síntomas.
Si nos referimos a “secuelas” emocionales, aquí resulta importante resaltar que recuperación no es sinónimo de olvido. En ocasiones los pacientes anhelan un futuro en el que la enfermedad ha sido “una etapa a olvidar”. Esto, desgraciadamente, no sucede. La enfermedad, y en tal caso, el tratamiento, formarán parte de la historia biográfica de la persona y habrá de estar integrada en ésta.
Por otro lado, al igual que la recuperación no equivale a olvido, tampoco es negociar con el TCA una convivencia. Recuperarse significa en algún momento exponerse, a la comida, al cambio corporal que implica recuperarse, y también a sentir. A experimentar, a equivocarse, a relacionarse y a experimentar todo el abanico de emociones de los seres humanos. Incluso aquellas incómodas y desagradables. Decía una expaciente muy sabia que “de esta enfermedad sólo se sale atravesándola”.
Consulta: ¿Por qué si yo quiero cambiar me sigo agobiando al ver subir el peso en la báscula?
Cambiar, aunque uno quiera hacerlo, siempre supone una renuncia de la situación anterior, y eso suele dar miedo!. El peso, aunque es un parámetro físico que puede fluctuar a lo largo del tiempo, de las circunstancias, etc, lo tenemos mas vinculado a cuestiones identitarias y emocionales que otro tipo de mediciones. Normalmente cuando nos monitorizan otra cosa el “agobio” no es igual, como la tensión arterial, la tasa cardíaca, el azúcar en sangre u otros valores de analítica.
El peso es un parámetro mas y un indicador, junto con otros, del estado de salud de una persona. Conviene insistir aquí en “junto con otros” y en “salud”. La recuperación implica recuperar salud, no simplemente peso, y eso es algo que va mas allá del peso pero a su vez lo incluye. Si en estos momentos ver el peso puede llevarte a conductas de no-salud, quizá no estés mirando ese parámetro desde la parte sana que tienes. Por eso muchas veces esa cifra y esa monitorización se delega durante un tiempo en los equipos médico-terapéuticos.
Consulta TCA: ¿Cómo puedo reducir el ejercicio físico?
El ejercicio físico, cuando se realiza de forma excesiva y compulsiva, suele ser un síntoma difícil de manejar, y también una puerta de entrada a una recaída. Al igual que con la comida, es importante hacer un uso sano, moderado y flexible de la actividad física, de modo que no se convierta en algo que se hace por obligación o simplemente para quemar calorías.
De cara a comenzar, puede ayudar plantear no hacer ejercicio mas de 3 días por semana, y no mas de una hora al día. También realizar actividades que tengan un componente lúdico o de juego como bailar o hacer algún deporte de equipo en lugar de simplemente ir al gimnasio. Todo esto, siempre y cuando la situación médica (de peso, cardíaca, etc.) lo permita. Si la situación es la de alguien con un peso muy bajo puede ser recomendable restringir la actividad deportiva intensa que implique gasto cardiovascular durante un tiempo.
Con este articulo nos gustaría ayudar a resolver vuestras dudas o haber aportado ayuda a quienes queréis ayudar a quien padece TCA.
Nota* No todas las personas que comparten un diagnóstico de TCA piensan y sienten igual por lo que a la hora de dar y recibir respuestas a ciertas preguntas, hay que tener muy presentes siempre las diferencias individuales.
Podéis enviar vuestras consultas sobre los Trastornos de la Conducta Alimentaria a través de nuestro formulario de contacto, compartiendolas en los comentarios o a través de nuestras redes sociales.
YOUTUBE
INSTAGRAM
FACEBOOK
TWITTER
NOELIA
Hola
Estoy diagnosticada con TCA desde hace 3 años que decidí acudir a una consulta
Llevo 6 años con amenorrea
Estoy intentando salir de todo esto y me está costando muchísimo
ahora estoy en el punto que me afecta mucho que la gente me diga que estoy mejor, que estoy engordando, que muy bien por haber comido…..¿Podeis ayudarme?
Proyecto Princesas
Hola Noelia!
Lamentamos que estés en ese momento en el que lo que comente tu alrededor afecta mucho.
Recuerda que el camino de la recuperación es el camino correcto para tu bienestar.
Le pasamos tu consulta al psicólogo que la contestara en https://proyectoprincesas.com/consulta-tca/
Te abrazamos y enviamos mucha fuerza! 💜