Testimonio anorexia: La última es la vencida

Este testimonio muestra la dureza de la anorexia nerviosa y su recuperación, pero nos enseña que con mucha fuerza; la última oportunidad será la vencida...

Estamos muy agradecidas de todos los testimonios que nos hacéis llegar desde diferentes partes del mundo para visibilizar los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). El testimonio que compartimos hoy nos llega desde México. Es la historia de Carolitho que nos acerca la dureza de padecer anorexia nerviosa junto al duro proceso que vivió para encaminarse a la recuperación. La fuerza con la que lucha a día de hoy le ha hecho ver que la última oportunidad es la vencida.

Ganaré a la anorexia es la historia de Y. Ella nos hace testigos de la dureza del proceso de recuperación y cómo se enfrenta a la enfermedad. Su historia muestra sufrimiento, pero también nos acerca la ilusión que tiene por ganar a la enfermedad y cómo va aprendiendo en cada paso. Su testimonio inspira y motiva a darle valor a la vida para luchar por la recuperación total de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA).

La última oportunidad es la vencida

Hola! Soy Caro, tengo 26 años y sí, tengo Anorexia. Mi TCA (Trastorno de conducta alimentaria) lo diagnosticaron oficialmente cuando tenía 13 años y desde entonces ha sido un ir y venir de intentos fallidos de recuperación. Al día de hoy he estado con 13 psicólogos, 5 psiquiatras, 2 nutriólogas, diversos ingresos hospitalarios, un psiquiátrico y una clínica de rehabilitación de TCA.

Estaba en secundaria cuanto mis conductas iniciaron y poco a poco se fueron intensificando gracias a las decenas de páginas en internet dedicadas a Princesas Ana y Mía.

Así fue que hasta los 16 años en preparatoria, cuando por una sobredosis de anfetaminas y varios medicamentos para bajar de peso, mi cuerpo colapsó. Tuve un pre paro cardiaco que me llevó al hospital en un estado delicado. A los pocos meses tuve mi segundo intento de suicidio nuevamente con medicamentos y un ingreso hospitalario.

Durante estos años intenté diversos tratamientos sin embargo nunca encontré alguno que pudiera ayudarme, pues eran psicólogos generales quienes no trataban mi TCA de manera adecuada. Lamentablemente en mi país (México) los trastornos de conducta alimentaria carecen de atención especializada pública y los pocos que lugares que hay, no dan un seguimiento adecuado. Así que mi única alternativa en todos estos años ha sido acudir a instituciones privadas y muy costosas.

A la edad de 17 años ingresé al Instituto Nacional de Psiquiatría (En México) donde me atendí por el TCA y TAG (Trastorno de ansiedad generalizada) ocasionado por la misma anorexia, me traté de forma multidisciplinaria pero después de 4 años de tratamiento lo dejé al entrar a la universidad. Durante este periodo mantuve altas y bajas hasta el año 2017, donde empecé a tener una recaída severa en la que después de un fuerte ataque de pánico mi cuerpo colapsó y me tuvieron que dar RCP para poder reanimar mi cuerpo.

Afortunadamente volví a la vida y abrí los ojos… En ese momento sabía que la vida me estaba dando una última oportunidad de mejorar… Por mi mente sólo pensaba en todos esos años que no había logrado vencer al TCA. Eran idas y venidas con decenas de doctores y hospitales y aún no lograba mejorar.

Como consecuencia de esto entré a una clínica especializada en TCA donde estuve ingresada durante varias semanas. Pero lamentablemente tuve que interrumpir el tratamiento pues no podía seguir pagándolo. Me sentí abandonada en todos los sentidos pues en realidad me estaba ayudando pero sabía también que tenía que continuar trabajando para poder pagar de nuevo un tratamiento.

Pasaron los meses y poco a poco volví a tener una fuerte recaída que me hizo abandonar de nuevo mi empleo. Me encontraba ya en desnutrición y mi estado físico se estaba agravando por completo, lo cual me dejó en cama total por algunos días… recuerdo que mis padres se sentaban a lado mío a darme de tomar batidos con proteína.

Mis padres me ingresaron a urgencias en un hospital y al llegar los médicos me dijeron: «Tú no tienes nada sólo necesitas salir de aquí y comer un pastel de chocolate, ¡No comes porque no quieres! Hay muchas personas que sí están enfermas y quisieran poder comer.» Por Dios me quería morir. Lo peor era que mis papás estaban de acuerdo con ello así que me sacaron del hospital y me llevaron de nuevo a casa.

Mis doctores (psicóloga y nutrióloga) en ese momento pedían un internamiento pero al no poderlo pagar se negaron a atenderme pues mi estado de salud lo complicaba todo. Después de hablar con ellos acordamos que podía tener un tratamiento ambulatorio siempre y cuando yo aceptara a realizar todas y cada una de las indicaciones que me pedían.

Desde entonces llevo un año en ese tratamiento, he recuperado mucho peso, mi salud física se encuentra estable aunque esos pensamientos llegan todo el tiempo.

Esta es la típica historia de la que hablamos muchas personas con un TCA, pero de lo que difícilmente hablamos es el verdadero sufrimiento que no solemos encontrar en los ingresos hospitalarios ni en las muchas ocasiones en las que nuestra vida corre peligro. El verdadero sufrimiento lo he encontrado en el sentirme sola durante este proceso, al perder relaciones, familia, amigos y pareja; el perder lo que más me apasiona pues he tenido que salir de varios empleos; el verdadero sufrimiento lo he encontrado en esos pensamientos que me han atormentado por días enteros sin parar y por sentir que esto no tiene solución.

Debo decir que nunca fui alguien que creyera en la recuperación. Siempre dije que eso no existía y que era imposible recuperarse de un TCA, pero después de mucho luchar contra esa idea hoy reconozco que es totalmente posible vivir en un camino de amor y salud conmigo y con mi cuerpo.

Si hoy pudiera contar mi verdadera historia no hablaría de un TCA, hablaría de esas situaciones dolorosas que me han acompañado por mucho tiempo. Hablaría de esos recuerdos que he encontrado y que me han atormentado por mucho tiempo. Hoy entiendo que hablar de mi TCA no es hablar de mi cuerpo ni de comida. Es hablar de lo que me duele y de lo que me hace feliz, es simplemente hablar de mi.

Estoy segura que la vida me ha dado esta última oportunidad para lograrlo, esta última es la vencida.

La última oportunidad es la vencida.


¿Quieres compartir tu testimonio sobre TCA?
Rellena el formulario añadiendo tu testimonio y fotografía.

PINCHA AQUÍ PARA COMPARTIR TU TESTIMONIO


Si tienes alguna duda, escríbenos a info@proyectoprincesas.com
Toda la información sobre como participar en Proyecto Princesas en:
¿Quieres participar en Proyecto Princesas?

2 comentarios

  1. Carol

    Enhorabuena, yo llevo muchos años con tca e hiperactividad y con una depresión galopante, tengo una hija de 2 años que se llama Coral y no sé cómo salir de esta p… enfermedad ¿Qué debo hacer?

  2. Proyecto Princesas

    ¡Hola Carol!
    Te recomendamos leer los artículos de nuestro blog ya que pueden ser de ayuda para tu recuperación especialmente el artículo Eres mucho más que un TCA y los artículos que le continuan.
    Y por supuesto siempre es recomendable contar con la ayuda de un profesional especializado.
    Te mandamos un fuerte abrazo y mucho ánimo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.