La fiesta en paz: Familia y TCA

Estas fechas son motivo de desequilibrio para quienes padecen TCA. Este artículo esta dedicado especialmente a la familia. Conoce recursos que te ayudarán

Continuamos con nuestra trilogía de artículos informativos y de ayuda para «tener la fiesta en paz». Hemos querido hacer que estas fiestas sean más fáciles y llevaderas acercando recursos que puedan servir de ayuda a quienes padecen Trastorno de la Conducta Alimentaria y también a vosotros, sus familiares. Cuando alguien sufre TCA, la familia es importante.

En este nuevo artículo Tatiana Muñoz acerca información, recursos e ideas para aquellos familiares que sentís la necesidad de acompañar del mejor modo a vuestra persona amada que padece TCA.

La fiesta en paz: Familia y TCA


Las Navidades son una época especialmente difíciles y complejas para quienes padecen un TCA y también para su familia. 

No sólo por la gran carga emocional presente estos días por los que ya no están, o por no podernos unir debido a la pandemia, sino porque estás fiestas giran alrededor de unas mesas cargadas de comida. Y quien padece un TCA muy a su pesar suele ser el centro de atención, por lo que come, por la cantidad, por las formas de hacerlo.

Si tienes un ser querido con TCA seguramente te preocupa como van a ser estos días, y cómo puedes ayudar. Ten en cuenta que curarse de esta enfermedad es una carrera de resistencia y no de velocidad. Así que intenta durante estas tres semanas  vivirlo de un modo relajado. Eso no significa que ella o él no te importe, o que le estás prestando poca atención o siendo mala madre, mal padre, mala amiga, o mala pareja. Todo lo contrario. Vamos a hacer de la navidad un tiempo bonito para estar juntos en vez de conectar con la culpa, los “deberías” o los juicios. De nada sirve forzar una normalidad imposible aún con la comida. 

Elijamos bien nuestras batallas, y en estas semanas estar tenso y preocupado no va ha hacer que la persona que tanto quiero se recupere con más velocidad. 

Entonces ¿Qué podemos hacer los familiares, amigxs y pareja esos días?


La primera palabra mágica es ACEPTAR. Mi hija, mi hijo, mi amiga/o, mi pareja, está enferma/o. Y eso no puede cambiarse ahora, de modo que resistirme a eso sólo generará dolor y sufrimiento. Esa persona no sólo es una enfermedad, vamos a acogerla tal y como está ahora. Aunque nos duela esta enfermedad no se va a curar en estos 15 días que dura la Navidad. Vamos ha ver la luz que hay en ellas, no su enfermedad. Está claro que hay síntomas que nos asustan, pero además de eso tu hijx, tu hermanx, tu amigx, son más que la enfermedad, así que vamos a hablar con esa parte.

La segunda palabra mágica es ELEGIR. ¿Cómo elijo que sea mi actitud, mis palabras y mi estado de ánimo ese día?


Puedo elegir que mi actitud sea amable y no critica o exigente, y mis palabras amorosas o tranquilas y mi estado de ánimo relajado. No dejemos el piloto automático encendido, ese que hemos usado otros años…vamos a elegir qué pienso, que digo y qué hago.

La tercera palabra es FOCO. ¿Dónde voy a enfocar mi atención en esa festividad?


Si atiendo a la manera de comer de quien tiene TCA, a sus caras de ansiedad cuando ve mucha comida, a su nerviosismo, me voy a estresar, sentiré miedo y querré hacer algo rápido para que eso cambie. Y ese no es el objetivo. Me voy a enfocar en otros temas. Puedo preguntar por libros que se leen, hacer preguntas interesantes o nuevas como “Si pudierais ser un superheroe, ¿cuál elegiríais?”, o incluso por las ultimas noticias o medidas del COVID…

Si siento que me estoy angustiando y me obsesiono con la conducta de la persona afectada puedo hacer un juego muy sencillo de mindfulness que me vuelve al aquí y ahora y me relaja. Se llama 3 cosas sobre 3 cosas. Consiste en buscar 3 cosas de la habitación que me resultan bonitas y describir interiormente tres razones de cada una por las que lo siento así. Por ejemplo: El centro de mesa. Me gusta su composición, me alegra los colores que tiene, y me parece atractiva su textura… Y así con otros dos objetos más. Tras ese breve ejercicio vuelvo a respirar y me reenfoco.

Vamos a redirigir nuestra brújula interna para vivir este día con gratitud y presencia. Ese día no vamos a decir nada ni con miradas acusadoras o críticas, ni con indirectas porque el objetivo es generar un bonito día en el que pensaremos en lo que nos une y no en lo que nos separa o nos da miedo.


Centrarnos en disfrutar de su presencia, de su compañía, de una buena conversación que se centre en cualquier temática menos en la de las comidas o la compensación para después de las celebraciones. Ir día a día sin anticipar nada. Concentrarnos en el momento inmediato, vivir en el presente.

Vamos regalar nuestra presencia, a estar alegres, aceptando lo que hay. Sin intentar que sea de otro modo, o sintiéndonos infelices porque nos gustaría que nuestra hijx ya estuviera curada o en otra fase. Vamos a agradecer lo que hay, lo que tenemos, lo que ha logrado hasta ahora.

¿Y si antes de esos días planificamos los pequeños detalles?


Vamos a hablar antes de cómo lo haremos en la mesa; lo que comerá, dónde se sentará, qué decir ante los comentarios de algún familiar, cómo reaccionarán si se levanta al baño, o si coge el teléfono móvil en momentos de mucha ansiedad… Si este tema genera mucha tensión como para hablarlo a la cara, podemos hacerlo por Whatsapp. Que sea la persona afectada la primera que proponga ideas de lo que sería mejor para ella, y que los padres, pareja o amigos lo continúen. 

Recordad que el objetivo es tener la fiesta en paz, y no que esas pautas sirvan para su curación. 

Podemos preguntar a su terapeuta cuáles serían las mejores pautas para estos días. 

La sintomatología del TCA es variada, tiene muchas etapas y en cada fase pueden ser diferentes las necesidades, pero en general con la comida puede ser de ayuda:

  • Que no haya una bandeja siempre visible con todos los dulces cortados y preparados. Puede haber turrones y polvorones, pero se sacan en los momentos necesarios y se vuelven a guardar. 
  • Si es posible la comida estará servida ya en los platos individuales, en lugar de estar en grandes bandejas en medio de la mesa.
  • Las raciones de la persona que padece TCA serán como las que ha estado tomando antes de la Navidad, y quizá también la comida que hay en ellos. Ya vendrán Navidades en el futuro en las que comer esos ricos platos.

Vamos a recordar que está pasando por esta enfermedad, y que al igual que una alergia al marisco o una celiaquía no da una tregua en los días de la navidad, los síntomas de miedo a la comida de un TCA tampoco. No es un rechazo a quién lo cocinó, es un síntoma, como la tos en quien tiene neumonía. 

Es importante que mientras evolucionamos dentro del proceso de la enfermedad, mientras aprendemos a liberar la tensión, a tender la mano de otra manera, en estas fechas, concentremos todo ese amor en darles (y darnos) un respiro.

Esperamos que este articulo, La fiesta en paz: Familia y TCA ayude a que estas fechas tan señaladas puedan ser disfrutadas por todas aquellas familias que de un modo u otro conviven con un TCA.

Además para conocer más recursos para estas navidades tienes nuestras charlas dedicadas a «tener la fiesta en paz» en Youtube. Donde además dedicamos una de estas charlas a la familia y los TCA en navidades.


Charlas en directo para «tener la fiesta en paz»
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