Testimonio TCA: Creerme persona, no cuerpo

Con la desescalada empezamos a ver el final del confinamiento o al menos a experimentar una cierta libertad. Mientras algunas personas han sentido ansiedad y agobio al tener que estar todo el día en casa, hay personas que se han sentido seguras y protegidas, como es el caso de M. que con su testimonio, «Creerme persona, no cuerpo», nos hace testigos de emociones encontradas y de las sensaciones que ha experimentado durante el tiempo que ha estado confinada, haciéndonos entender qué experimenta una persona que sufre Trastorno de la Conducta Alimentaria durante el confinamiento.

Desde aquí y al compartir su testimonio queremos mandarle unas inmensas gracias por animarse a compartir una parte de ella.

CREERME PERSONA, NO CUERPO 

Me gustaría pararme a pensar de donde estoy sacando la fuerza estos días para no caer en el put* síntoma. 

Permitirme hablar así. 

Antes del confinamiento, me tenía acorralada. Había recaído. 

El monstruo que tengo dentro podía conmigo de nuevo.

Llega un punto, que pienso qué será de mi cuando el estado de alarma termine, ya que ahora me siento protegida. Es algo que lo estoy tratando con mi psicóloga porqué realmente me aterroriza. 

Llevo encerrada con mi pareja en un piso de unos 50 metros cuadrados, nos entra un poco de luz por la ventana del comedor.  Por aquí, observo a los vecinos. Me paso las horas mirando como hacen deporte, como cocinan, toman el sol – qué envidia -, hablan entre ellos horas y horas, aplauden, pasean el perro, hacen conciertos, los niños hacen sus deberes…

Yo apenas puedo hacer nada, la cocina la tengo practicamente cerrada, por no hablar de que tengo prohibido cocinar, el deporte, limitado ya que a la mínima me viene el pensamiento abusivo de quemar calorías – malitas calorías -, el sol, pues estoy en la parte umbría de la calle, no tengo perro, me queda aplaudir y dura 2 minutos. Pensareis que soy una egoísta, pero si de normal estando en la calle ya siento que me falta el aire, ahora tengo que buscar estrategias para poder sentir el aire dentro de mi casa, para no sentirme ahogada, y que la ansiedad y el monstruo que normalmente me domina no se apodere de mi. 

Hay días que me siento acorralada en cuatro paredes de las que no puedo salir. De las que deseo salir. Deseo salir a comerme todo lo que encuentre, ya que de eso se trata mi mayor síntoma a día de hoy. 

Veo las redes sociales, llenas de gente delgada haciendo recetas, comiendo dulce, haciendo deporte y luego para compensar, se toman batidos. 

¿Y yo? Debo hacer las cinco comidas, sin que me falte la proteína, la verdura, ah! Y sobretodo, mi mayor amigo, el hidrato. Qué asco. 

Mis venas se llenan de rabia y frustración, y aquí de nuevo un nuevo trabajo a emprender. Cada vez que tengo el plato delante es una batalla para mí. Sobretodo, en las cenas. 

Qué contradicción verdad, deseo comerme el mundo -dulce- y luego cuando tengo el hidrato delante, le suplico a mi nutricionista que porfavor me lo saque. 

De eso se trata el TCA, nos engañamos a nosotrxs mismxs. 

Al hacer la foto de este post, se me remueve todo. 

Lloro.

Decido si compartir o no.

Tengo los espejos de mi casa tapados para no ver mi cuerpo entero y hoy es el día que lo veo entero. 

Me doy asco.

Sino me gusto, cómo voy a gustar a alguien. Esta idea me atormentó tanto la cabeza y a día de hoy todavía me domina. 

Tengo que empezar a creerme que soy una persona con sentimientos y emociones, y no sólo un cuerpo. Creerme persona no cuerpo.


¿Quieres compartir tu testimonio sobre TCA?
Rellena el formulario añadiendo tu testimonio y fotografía.

PINCHA AQUÍ PARA COMPARTIR TU TESTIMONIO


Si tienes alguna duda, escríbenos a info@proyectoprincesas.com
Toda la información sobre como participar en Proyecto Princesas en:
¿Quieres participar en Proyecto Princesas?

1 comentario

  1. Noelia

    Es…. No tengo palabras 💔 lo ha expresado todo genial y me ha llegado, me ha llegado mucho 🖤
    Mucha fuerza M. No estás sola🤝

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.