La manera como vemos nuestro cuerpo es un reflejo de cómo lo percibimos y no siempre es la realidad objetiva. Si sueles criticar tu cuerpo al observarlo puede que esa distorsión se vaya agudizando. Para prevenir que eso suceda, Tatiana Muñoz nos trae un nuevo artículo con factores protectores ante la distorsión corporal.
Muchas personas creen que solo al padecer un Trastorno de la Conducta Alimentaria nuestra auto-percepción corporal está distorsionada, no tiene porque ser así. La distorsión corporal es un factor común en muchas personas con TCA, pero hay muchas personas que no padecen TCA que no perciben su cuerpo tal y como es, y personas que padecen TCA que sí perciben su cuerpo tal y como es.
Los «antídotos» qué encontrarás en este artículo pueden ayudarte a ti y a las personas que tienes cerca a tener mayor satisfacción corporal.
Si quieres conocer más acerca de la distorsión corporal, lee el artículo:
«Distorsión corporal en los TCA»
Distorsión corporal: Factores protectores
Estar satisfecha con nuestra imagen corporal nada tiene que ver con nuestro atractivo físico real, ni con la talla o grado de tonificación muscular de nuestro cuerpo. Mas bien tiene que ver con los sentimientos y creencias que tengo hacia mi cuerpo. Si existe mucha diferencia entre el “cuerpo que yo considero ideal” y “la percepción de mi cuerpo real”, la insatisfacción corporal será grande.
Esta insatisfacción corporal está muy generalizada en nuestra cultura, porque estamos inmersos en una glorificación de la delgadez que asocia la felicidad con un cuerpo esbelto y tubular (con forma de tubo, sin redondeces).
En muchas ocasiones la insatisfacción corporal, junto a otros factores, puede conducirnos a padecer un Trastorno de la Conducta Alimentaria y desencadenar una distorsión de la imagen corporal.
¿Qué es la distorsión corporal?
La distorsión corporal es una percepción exagerada y deformada de tu cuerpo. Te sientes gorda aunque no lo estés. Esta distorsión se refiere a lo que sientes e imaginas que es tu cuerpo, y no siempre a lo que “ves”. Puedes verte delgada en una foto, pero sentirte gorda. Es como si la imagen real no se “actualizara” en el cerebro. En la mente siempre nos aparece una imagen deformada.
¿Cuáles pueden ser los “antídotos” o factores que me protegen de tener una distorsión corporal?
Un factor protector es desarrollar una actitud crítica desde la infancia ante los mensajes publicitarios de la cultura de la delgadez. A través de los medios de comunicación interiorizamos el estereotipo del cuerpo delgado ideal, y la necesidad de hacer dietas restrictivas y adelgazar. En la niñez, alrededor de los 7 u 8 años, ya se han incorporado los criterios básicos sobre la estética corporal, incluyendo el rechazo a la obesidad. Si somos conscientes de los mensajes sociológicos relativos al cuerpo y la figura podemos protegernos de sus efectos negativos potenciales.
Las madres que han realizado un trabajo interno y han podido resistirse a los estereotipos de la cultura de la delgadez, sin estar repetidamente a dieta restrictiva para adelgazar, transmiten esa aceptación de su propio cuerpo a los hijos.
Las reacciones hacia el propio cuerpo se transmiten, verbal y no verbalmente, y la aceptación de las madres hacia su cuerpo tiende a desarrollar satisfacción corporal en los hijos.
Otro elemento protector viene de la mano de aceptar la diversidad corporal, y ser consciente de que el canon de belleza corporal ha cambiado a lo largo de la historía, y no es el mismo en diferentes culturas, de modo que es una creencia, no una realidad. Los pensamientos y las creencias pueden cambiarse, o al menos ponerse en duda para que no nos dañen. Se dice que la belleza está en los ojos del que mira, porque según el filtro de nuestra cultura , nuestros valores y nuestras creencias veremos algunos rasgos corporales como bellos y otros como censurables.
En la cultura occidental la moda nos ha llevado a ver bello que las mujeres sean tubulares, con caderas estrechas. Pero no hace tanto tiempo que se valoraban las caderas anchas…
Hacer una limpieza de las cuentas a las que se siguen, puede ser un acto de amor hacia mí y mi cuerpo.
Es importante ser muy selectiva con las cuentas que se siguen en las redes sociales y con las revistas e información que consumo. Elegir conscientemente no exponerme ante las imágenes que pueden provocarme más preocupación por la delgadez, o frustración con mi peso. Y seguir en mis red es a cuentas que muestren la belleza en cuerpos diferentes y reales.
Si quieres conocer más acerca de la distorsión corporal, lee el artículo:
«Distorsión corporal en los TCA»