Gordofobia: El peligro oculto en los TCA

Acercamos un tema que esta muy presente en consulta; la gordofobia médica, un problema que puede dañar a aquellas personas que están atravesando un TCA

Hoy, día 4 de marzo, personas gordas, activistas antigordofobia y defensores de la neutralidad corporal de todo el mundo unimos nuestras voces en el Día Mundial Contra la Gordofobia. Una jornada que busca resignificar el “Día Mundial Contra la Obesidad”, que durante demasiado tiempo ha patologizado cuerpos, apariencias y tallas “grandes”. ¡Os invitamos a leer el Manifiesto colectivo!

Desde Proyecto Princesas, volvemos a unirnos a esta lucha que reivindica la autonomía y la liberación corporales, tanto a nivel individual como colectivo. Porque cada cuerpo, sea del tamaño que sea, merece ser aceptado y respetado. ¡Nunca tachado, ni señalado!

En este día, queremos hacer nuestra aportación acercando un tema que suele estar más presente de lo que nos gustaría en consulta. Nos referimos a la gordofobia médica, un problema que puede dañar a aquellas personas que habitan un cuerpo disidente, buscan ayuda y/o están atravesando un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA). Como ya hemos visto en otros artículos, el discurso médico normalizado legitima una visión de la gordura corporal como epidemia y problema a resolver, resultando en un trato violento hacia las pacientes; diagnósticos y tratamientos ineficaces, insuficientes o erróneos por una visión gordofoba que impregna los espacios sanitarios.

Y entonces, ¿qué sucede en la consulta de una persona que sufre un TCA? ¿Tiene relación la gordofobia y el TCA?

Lamentablemente, y aunque esto que lees te resulte terrible, la gordofobia impregna también la consulta donde se atienden el ámbito de trastornos alimentarios y preocupaciones sobre la imagen corporal. Y no es de extrañar; en España y en otros muchos países, las formaciones de postgrado especializadas en TCA ofrecen también su modo de entender y atender los cuerpos grandes. Si buscas en Google cualquier máster o especialización desde universidades, verás que siempre se añade el abordaje a “la xbesidad”. Como si el trato y la manera de trabajar tuviese que de pender de su tamaño corporal. Ya existen varias asociaciones en el campo de los trastornos alimentarios que apoyan enfoques transdisciplinarios; Salud en Todas las Tallas, (Health at Every Size, HAES), Academy for Eating Disorders, Binge Eating Disorder Association, Eating Disorder Coalition, International Association for Eating Disorder Professionals y National Eating Disorder Association

Al leer esto, podrías suponer que las terapeutas y las personas especializadas en este ámbito no comparten los mismos prejuicios arraigados que prevalecen en la sociedad en general o al menos se espera que estén conscientes de ellos. Aunque, afortunadamente, cada vez somos más lxs profesionales que hacemos un ejercicio constante de desconstrución. Es importante recordar que vivimos en una sociedad donde el sesgo anti gordura está presente. Como ves, desde el campo académico también, se nos enseña este sesgo, que tiene relevantes implicaciones en el trato con las personas. Los cuales reflejan actitudes y creencias negativas acerca de las personas que son percibidas como gordas (Daníelsdóttir, O’Brien y Ciao, 2010), por lo que parece justo asumir que, por lo menos hasta cierto grado, terapeutas y consejeras en países occidentales comparten las perspectivas colectivas de su sociedad, por lo que la opresión anti-gordura permea en su trabajo (Moller, 2014). 

Nos gustaría recordarte que, como miembros de la sociedad, nos atraviesan los diferentes privilegios y opresiones, pero consideramos que es un deber de los profesionales de la salud deconstruirse de ello para aportar espacios libres de sesgos.

Podemos encontrar un estudio realizado por Puhl y su equipo en 2013 muy interesante donde podemos encontrar referencias sobre lo común que es encontrar sesgos anti-gordura entre los profesionales que tratan Trastornos Alimentarios. Aquellos con sesgos más pronunciados mostraron una tendencia a atribuir el peso a causas comportamentales, a conductas, y expresar sentimientos de frustración al tratar a pacientes con “sobrepeso” y percibir resultados de tratamiento menos favorables. 

Este sesgo a menudo se disfraza y justifica como una preocupación por la salud. Lo cual solo sirve para perpetuar un sistema de injusticia cargado no solo de gordofobia, sino también de salutismo. «La verdad es que la mayoría de las personas están persiguiendo una condición cosmética, no salud metabólica y el énfasis médico y cultural en los “buenos pesos” y “malos pesos” crea la oportunidad para el estigma por el peso», Tylka et al, 2014. De manera implícita, se espera que las personas con cuerpos grandes sean capaces de adelgazar. Ocasionando un trato emocionalmente violento, ignorando el impacto que la injusticia sistémica tiene en su bienestar y pudiendo ocasionar retraumatizacion. 

Tal y como dice Deb Burgard, PhD, FAED, especialista en TCA, activista y una de las fundadoras de Salud en Todas las Tallas:
‘’Nos parece hipócrita prescribir prácticas para personas gordas que diagnosticaríamos como Trastornos Alimentarios en personas delgadas”.

El sesgo que socialmente tenemos integrado nos hace percibir que dos personas que acuden a consulta con tamaños corporales distintos, pero que refieren dificultades alimenticias similares, nos producen distintas reacciones. Por ejemplo, si una persona delgada nos cuenta que está restringiendo, no existe ninguna interferencia en lo que nos cuenta. Surge atención, compasión, búsqueda de un tratamiento y procedimiento a seguir. En cambio, si esto mismo lo explicita una persona con un cuerpo gordo, el sesgo gordofóbico nos filtra la realidad, manifestando actitudes y estereotipos que resultan violentos. Una persona que acude a consulta para resolver sus dificultades alimenticias puede conectar fuertemente con la necesidad de restringir o hacer dieta. Teniendo en cuenta la siguiente cita de Moradi Et Al:

«Hacer dieta con frecuencia lleva a las personas a una vida entera de odio y vergüenza por su cuerpo, lo que se asocia con involucrarse menos en autocuidado». 

Nadie, repito, nadie, puede diagnosticar a simple vista únicamente basándose en la corporalidad de una persona. No podemos saber quién tiene conductas de purga, de restricción o atracones por el tamaño o forma de la persona. Estos sesgos son clichés repletos de múltiples opresiones. Es por ello, que consideramos que las y los profesionales tenemos un deber ético de reconocer, abordar y trabajar nuestros sesgos y nuestra gordofobia. Especialmente para no emitir más daño, proporcionar espacios seguros donde poder reparar y comprometernos con la persona que se sienta delante de nosotrxs. 

Recordemos que la gordofobia está íntimamente relacionada con daño y trauma. Es por eso que es nuestro deber darle a la persona lo que necesito durante mucho tiempo: Seguridad. Por eso debemos aportar espacios libres de sesgos.

Citas sobre gordofobia y TCA a tener en cuenta:

El estigma por el peso tiene un impacto en la calidad de vida de una persona y plantea serias consecuencias para la salud: tensión arterial elevada, control de peso poco saludable conducta de atracón, síntomas bulímicos, imagen corporal negativa, baja autoestima y depresión entre niños, adolescentes y adultos

Tylka et al, 2014

La investigación demuestra que mientras más joven es una persona cuando comienza a hacer dieta, más probabilidades tiene de desarrollar un trastorno alimentario. 

Neumark-Szteiner, 2005

Además, HACER DIETA NO FUNCIONA. Un meta-análisis de 29 estudios de programas estructurados para perder peso realizados en EUA encontró que los participantes recuperaron 77% de su pérdida de peso inicial, en promedio, después de 5 años 

Anderson et al., 2001

Todo el equipo de Proyecto Princesas trabaja de manera activa y constante en la deconstrucción del paradigma imperante peso centrista en el abordaje de los TCA, invitando a otras personas a hacerlo.

Creemos que la representación gorda es importante, y más en un día señalado como este, es por ello que también os vamos a recomendar a profesionales que además de trabajar bajo este enfoque también habitan cuerpos grandes. Para ello, te recordamos una serie de cuentas en redes sociales:

Mariaté Valero, PsicólogaInstagram

Ana Pau Molina, PsicólogaInstagram

Clau Gómez, Psicóloga – Instagram

Isabel Yolocitlali Hernandez Bahena, Psicóloga – Instagram

Arantza Muñoz, NutricionistaInstagram

Y no solo ello, recuerda que es importante que tus ojos consuman diversidad corporal. Te recomendamos activistas, creadoras de contenido y artistas:

Magda Piñeyro – Instagram

Mónica Gonzaléz – Instagram

Tess HacheInstagram

Claudia Penagos – Instagram

Teresa López Cérdan – Instagram

Mara Jiménez – Instagram

Alicia Garzón – Instagram

Ceci Wallace – Instagram

Colectivo Gorde – Instagram

Este artículo pretende dar espacio a una reflexión, pero el tema es muy amplio y profundo. Si te planteas cuestiones, te gustaría hacer una aportación, algo que te llame la atención y que deseas comentarnos, háznoslo saber en comentarios y continuaremos aportando más información.

Si te interesa el tema también puedes leer:

Atracones y estigma de peso,
Del salutismo a la ortorexia
El estigma de peso y los TCA
Los cuerpos grandes y los TCA restrictivos
Conductas alimentarias de riesgo y TCA

Bibliografía de Gordofobia y TCA:

Dan,ıelsdo,ttir, S., O’Brien, K. S., & Ciao, A. (2010). Anti-fat prejudice reduction: A review of published studies. Obesity Facts, 3(1), 47–58. doi: 10.1159/000277067

Medical News Today: Eating Disorder Organizations Join Forces To Urge Focus On Health And Lifestyle Rather Than Weight. 2009

Moller, N. (2014). Fat stigma in therapy. Therapy Today, 25(10), 10–14.

Gordofobia y TCA. Gordofobia y TCA.


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