Este testimonio sobre una experiencia con un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA), concretamente con Anorexia Nerviosa, nos recuerda lo peligroso y grave que es realizar una dieta con intención de bajar peso durante la niñez o la adolescencia… ¡incluso cuando es por prescripción médica!
No nos cansaremos de decirlo: hacer dieta para adelgazar y restringir la alimentación siendo menor es uno de los mayores predictores de desarrollo de relaciones desordenadas con la comida. ¡Cuidado!
Gracias por este testimonio, que consigue transmitir en pocas palabras verdades tan profundas. ¡Gracias por la fuerza y la esperanza!
Proyecto Princesas es sin duda una de las mejores plataformas para la concienciación sobre Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y su prevención. Por eso he querido compartir mi testimonio, para intentar ayudar a otras personas en mi situación, igual que a mí me han ayudado los de otros. Todas las personas que tienen sufrimiento asociado a la comida merecen ayuda, sin importar aspectos como el tiempo de desarrollo del problema, la pérdida o no de peso, el IMC… Te mereces ayuda y eres suficiente.
AVG
Me hicieron creer que era un número
Si me preguntas cuándo me sentí bien con mi cuerpo por última vez, sinceramente no sabría que contestar. Incluso de pequeña, debido a comentarios por parte de compañeras, familiares y «amigos», siempre pensé que estaba destinada a ser la amiga gorda y fea, la más gorda de todos mis primos, e incluso la más gorda de la clase. Siempre con un significado y un trato despectivo asociados a la palabra «gorda».
Por eso, cuando por un problema hormonal cogí bastante peso y la única solución que recibí por parte de la ginecóloga fue una dieta, lo vi como una salida, una excusa para dejar de ser la «gorda».
Así empezaron dos duros años de restricciones continuas, mecanismos compensatorios y sentimientos de culpabilidad asociados a cualquier alimento que introdujera en mi boca.
De esta forma conocí a la peor enemiga de mi mente y mi cuerpo la Anorexia Nerviosa.
Esta enfermedad hizo que fuera delgada, sí, pero, ¿de qué sirve ser delgada cuando te estás muriendo, cuando has dejado de ser tú y has perdido a tus amigos, la confianza de tu familia, las ganas de estar viva?, ¿Cuando incluso te sientes culpable por ser feliz porque tú, con ese aspecto, no te lo mereces?
Todavía me acuerdo de cuando decía que jamás podría mentir a mi madre. Si esa niña supiera el daño que le ha hecho por culpa de la anorexia, la de veces que le he mentido diciendo que ya había comido, o que no había vomitado… Cómo le he gritado por obligarme a comer o a pesarme. Y cuánto lo siento.
Tener un Trastorno de la Conducta Alimentaria supone una lucha constante y un fuerte sufrimiento asociado. Luchas continuamente contra ti misma y tus pensamientos. Continuamente tu cabeza te recuerda que no eres suficiente, haciendo que te sientas infeliz y sin esperanza alguna de volver a ser quien eras.
Si estás leyendo esto y estás pasando por algo parecido recuerda que eres válida y que te mereces ayuda sin importar nada.
No tienes que probar a nadie que estás sufriendo. No tienes que llegar a un peso o haber estado ingresada para empezar a recuperarte. Te mereces recuperarte y ser feliz. Recuerda, si no te estás recuperando, te estás muriendo.
Hace 6 meses toqué fondo. Me di cuenta de que tenía un problema con la comida y de que necesitaba ayuda. Desde ese momento, y gracias a grandes profesionales, estamos yendo hacia delante con paso firme.
Aunque dé miedo y parezca lo peor del mundo, ninguna comida puede hacerme tanto daño como un TCA.
Por último, quería decir que mis mensajes directos están siempre abiertos para quien necesite hablar. Porque juntos somos más fuertes.
AVG
Merche franco
Gracias